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seguridad digital Selva Orejón

Seguridad y reputación digital en juego

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Acoso, usurpación de identidad, robo de credenciales de acceso… son algunos de los riesgos que podemos sufrir cuando una persona o un grupo no autorizado accede a nuestra información personal o a sistemas informáticos de manera ilegal. Para saber cómo protegernos de ser víctimas de un «hackeo», hablamos con la perita judicial especializada en identidad digital y reputación en línea y CEO de Onbranding, Selva Orejón.

«Es muy fácil seguir nuestro rastro a internet» afirma la experta en identidad digital. Qué compramos, que leemos, qué contenido audiovisual nos gusta…, todo queda registrado, y es información muy valiosa.
También se rastrean las direcciones IP que asignan los proveedores de acceso a Internet, que proporcionan información del lugar o el ordenador desde donde nos conectamos. El navegador web que usamos «explica» cosas de nosotros a la hora de entrar en diálogo con las páginas donde nos dirigimos, la IMEI de los dispositivos que utilizamos, nuestras geolocalizaciones habituales, cuando nos conectamos en una red wifi, o bien cuando nos damos de alta en una red social. En todos estos casos estamos dando información muy valiosa sobre nosotros.

¿Qué valor tienen nuestros datos?

Todo este «rastro» que vamos dejando es lo que se denomina «huella digital». Y nuestra huella, y la de todas las usuarias de internet en el mundo, son datos personales, que se pueden sistematizar y tratar, y son una gran fuente de información.

Selva Orejón nos invita a preguntarnos cuál es el coste que creemos que tienen nuestros datos. «Se calcula que el coste aproximado del correo electrónico, género, etnia, código postal y nivel educativo de una persona es de 0,18 €”. Para saberlo de manera más exacta, solo hace falta que hagamos clic, aquí.
Cuando se venden los datos en el ámbito cuantitativo, el precio es diferente. Los datos de un correo corporativo que se pueden vender a empresas competidoras, tienen precios de miles de euros. Y si se accede, no a un correo, sino a un servidor de correo corporativo, donde hay toda la información de una empresa, todavía más.

Lo primero que tenemos que hacer para saber qué datos de nuestra identidad digital tenemos expuestos en la red, es utilizar herramientas de monitorización de datos personales, como por ejemplo servicios de vigilancia de identidad que rastrean nuestra información en la web oscura y en otras fuentes. Selva Orejón también recomienda hacer búsquedas periódicas en internet de nuestro nombre, imágenes y otros datos personales ( teléfonos móviles y fijos, DNI, tarjeta sanitaria,…) para ver qué es públicamente accesible.

Medidas o estrategias para protegernos

Una vez hemos detectado cuál es nuestra huella digital y tomamos conciencia de la importancia de tener controlada nuestra exposición en la red, hay una serie de estrategias que nos recomienda podemos poner en práctica para mejorar nuestra privacidad.

  • Utilizar contraseñas fuertes y diferentes para cada cuenta.
  • Activar la autenticación de dos factores (2FA).
  • Cifrar nuestras comunicaciones con aplicaciones de mensajería segura como Signal.
  • Utilizar navegadores centrados en la privacidad como Brave o extensiones como Privacy Badger. También es importante cambiar la configuración de privacidad de los buscadores que utilizamos.
  • Optar por servicios de correo electrónico con un enfoque a la privacidad, como ProtonMail. También se pueden utilizar cuentas como 10minutemail para correos que duran 10 minutos. Así, podemos tener un correo electrónico solo para recibir una información o para enviar una información y nada más.
  • Evitar el uso de motores de búsqueda que rastrean nuestros datos, como Google, y utilizar alternativas como DuckDuckGo.
  • Instalar aplicaciones y extensiones tracker block, como OSI: Servicio AntiBotnet (observa si nuestro dispositivo se encuentra dentro de una red botnet), uBlock Origin (bloquea la publicidad y ventanas emergentes), o Privacy Consumo (bloquea trazadores y cookies de nuestra conexión).
  • Diferenciar el uso que hacemos de los dispositivos a nivel profesional del personal para respetar los acuerdos de confidencialidad.
  • En el ámbito físico, utilizar filtros de privacidad o protectores de cámara en los propios dispositivos

¿Y en cuanto a las redes sociales?

Es importante recordar que las redes sociales acumulan gran cantidad de datos personales. El pasado mes de junio, Meta estuvo a punto de poner en marcha una serie de cambios en sus medidas de privacidad para desarrollar y mejorar la IA. Afortunadamente, y gracias a la presión de varias organizaciones no se llegaron a llevar a cabo.

Para borrar nuestros datos de estas plataformas, es necesario:

  • Solicitar la eliminación de datos a través de las opciones de configuración de privacidad de la plataforma.
  • Utilizar derechos como el derecho al olvido que nos permiten pedir la retirada de nuestra información personal.
  • Desactivar y borrar nuestras cuentas si creemos que nuestros datos están en riesgo.
  • Utilizar herramientas de desindexación para asegurarnos que nuestra información no aparezca en resultados de búsqueda.

¿Es posible borrar nuestra huella digital?

Aun así, borrar al cien por cien nuestra huella digital es imposible, comenta Selva Orejón: «Desgraciadamente, no es posible borrar totalmente nuestros datos porque no todos ellos están indexados de forma abierta a través de buscadores. Del mismo modo que, debido a la evolución constante de las amenazas cibernéticas, es imposible estar totalmente protegidas en la red», afirma.

Por tanto, más allá de lo que podamos hacer en el ámbito personal, S. Orejón concluye que la administración tiene un papel crucial en establecer y hacer cumplir leyes de protección de datos y ciberseguridad, proporcionar recursos y educación a la ciudadanía, y coordinarse con empresas para asegurar que siguen las normas de privacidad. La colaboración entre la administración, las empresas y los individuos es esencial para mejorar la seguridad.

Canales para denunciar una estafa o acoso en la red

En este sentido, tenemos que tener claro cuáles son los canales que tenemos al alcance para denunciar un acoso o estafa digital:

  • La policía o las autoridades locales de cibercrimen.
  • Plataformas de denuncia en línea como el web del Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad e Industria (INCIBE).
  • Las funciones de denuncia dentro de las mismas plataformas digitales (como Facebook, Instagram, etc.).
  • Organizaciones de apoyo a las víctimas de cibercrimen.

¿Cómo proteger a las más jóvenes?

Y no podemos dejar de preguntarnos qué medidas podemos llevar a la práctica cuando queremos proteger a las adolescentes en el momento que empiezan a incorporar un smartphone en su día a día. En este caso, la experta tiene muy claro qué recomendar a las familias:

  • Configurar el control parental en los dispositivos.
  • Educar sobre los peligros de internet y la importancia de mantener la privacidad.
  • Limitar el tiempo de uso de los dispositivos y supervisar las actividades en línea.
  • Enseñar buenas prácticas de seguridad como no compartir información personal con desconocidos.
  • Configurar las actualizaciones periódicas de seguridad a los dispositivos.

Esperamos que estas medidas os sean de utilidad. Como ya sabéis, en Somos Conexión nos parece importante continuar poniendo conciencia en los impactos que puede tener todo lo que hay detrás del uso cotidiano de internet en nuestras vidas y nuestro bienestar.
Como cooperativa de telecomunicaciones crítica y consciente, queremos hacer nuestra la tarea de continuar informando a nuestras socias y usuarias sobre ciberseguridad. ¡Un tema que da para muchos artículos!

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