La mayoría de nosotros vivimos enganchadas a los dispositivos que nos permiten comunicarnos, conectar y también desconectar. Si la adicción es, según la OMS, la dependencia o necesidad hacia algo, la adicción a las TIC es el uso impulsivo, repetitivo y desmesurado de las tecnologías, con claras consecuencias sobre nuestras rutinas: afectación a nivel laboral, social y también a nivel físico con aspectos relacionados con el sueño, dolor de cabeza, fatiga, problemas de visión, entre otros.
Nos podemos imaginar el mundo en el que vivimos y en cómo lo vivimos reduciendo el uso de las telecomunicaciones? La respuesta no es fácil.